Equidad de género en pensiones. El caso de México (CONSAR)

En la página 22 del documento de trabajo “Equidad de género en pensiones. El caso de México”, se menciona que con la maduración del esquema pensionario de contribución definida del IMSS, se vislumbraron nuevas problemáticas como bajas aportaciones y baja cobertura. El porcentaje de aportaciones (6.5 por ciento del salario base de cotización) era uno de los más pequeños a nivel internacional y se anticipaba que el monto previsional que ahorrarían los trabajadores al retiro sería insuficiente para tener pensiones adecuadas. Además, para tener derecho a pensión, se exigía que los trabajadores tuvieran aportes de al menos 1,250 semanas (poco más de 24 años), lo cual resultaba difícil para un porcentaje elevado de cuentahabientes del SAR debido al elevado índice de informalidad en el mercado laboral del país.

En la página 8 del documento de trabajo “Equidad de género en pensiones. El caso de México”, se menciona que existen brechas salariales por género, menor tiempo de empleo y cotizaciones, y edades de jubilaciones más tempranas que inciden en la brecha de ingresos de las mujeres durante la vejez. Además, en la página 23 se menciona que la nueva reforma al sistema de pensiones del IMSS aprobada en 2020 incluye medidas para mejorar la equidad de género, como el aumento paulatino en las contribuciones y aportaciones del Gobierno concentradas en aquellos trabajadores con ingresos de hasta cuatro veces la UMA, en forma de cuota social. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para cerrar las brechas y lograr una mayor equidad en las pensiones.

En la página 6 del documento de trabajo “Equidad de género en pensiones. El caso de México”, se menciona que la reforma al sistema de pensiones del IMSS, que entró en vigor en 2021, incluye medidas para mejorar la equidad de género, como la reducción importante en el periodo de aportes requeridos para tener derecho a pensión, el incremento en el nivel de aportaciones, la reducción en las comisiones cobradas por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y el aumento en las pensiones garantizadas. Además, se menciona que es necesario seguir trabajando para cerrar las brechas salariales por género y promover una mayor inclusión laboral y acceso a oportunidades económicas para las mujeres. En resumen, se necesitan políticas públicas integrales que aborden los factores estructurales que generan desigualdades entre hombres y mujeres en el mercado laboral y promuevan una mayor equidad en las pensiones.