Videoconferencia “ los Derechos de las Mujeres en las Etapas de su Vida”
por la Doctora Rosalinda Morales Garza,
7 marzo 2023 a las 17:00 horas cdmx
por Facebook Live ( FEDESSP Nacional )
ID de Reunión: 89003543706
Código de acceso: 753843
por ZOOM
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER 2023
LOS DERECHOS DE LAS MUJERES EN LAS ETAPAS DE SU VIDA
EXPOSICION DE MOTIVOS
Marzo 07 de 2023 Buenas tardes, compañeras y compañeros.
De acuerdo con la Entidad de la Organización de las Nacionales Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres), la desigualdad de género es un fenómeno generalizado que redunda en que las mujeres carezcan de acceso a un empleo decente y enfrenten diferencias salariales por motivos de género, violando sus derechos humanos que como mujeres tenemos.
En todo el mundo las mujeres y las niñas son privadas sistemáticamente del acceso a la educación y la atención a la salud, están subrepresentadas en la toma de decisiones económicas y políticas, son víctimas de la violencia y discriminación por el simple hecho de ser mujeres.
La situación de vulnerabilidad que enfrentan las mujeres en el mundo varía entre regiones y países. En México, la realidad que enfrenta la mayoría es crítica. A pesar de que representan 51.21% de la población nacional, es decir, 64 540 634 habitantes de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del Inegi 2020, la calidad de vida a la que suelen tener acceso está acotada por una serie de factores estructurales en los ámbitos económico, político, cultural y social, así como de prejuicios y actitudes abiertamente discriminatorias que terminan obstaculizando sus proyectos de vida.
Un elemento que condiciona el desarrollo en la infancia es el acceso a los servicios de salud, ya que, en el país, sólo 7 de cada 10 menores de entre 0 y 4 años cuentan con algún tipo de seguridad social y estos incluyen en la adolescencia riesgos que atacan su salud mental, física y sexual con delitos como trata, la corrupción de menores, abuso sexual y rapto, los feminicidios o la desaparición.
Tan sólo cada día, 9 personas se reportaron desaparecidas o no localizadas durante el 2021. Del total de 2 539 desapariciones, 1 683 son de niñas y adolescentes y una de cada cinco de estas personas continuaban desaparecidas o no localizadas hasta el 16 de abril de 2021. De enero a diciembre de 2020 el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, registró 10,706 casos de niñas y adolescentes que fueron víctimas de delitos. Los registros disminuyeron significativamente por la pandemia; no obstante, a partir de mayo del 2021, algunos delitos contra niñas y adolescentes se incrementaron: la corrupción de menores, las lesiones, la extorsión, el rapto y la trata de personas. En total suman 70 014 delitos contra mujeres de entre 0 y 17 años registrados desde enero de 2015 hasta junio de 2021.
Un factor que afecta en mayor medida a las mujeres en la etapa de la adolescencia es el embarazo. En México, 23% de los adolescentes inicia su vida sexual entre los 12 y los 19 años. De ellos, 15% de los hombres y 33% de las mujeres no utilizaron ningún método anticonceptivo en su primera relación sexual, de acuerdo (Inegi, 2019). En el país ocurren al año 340 mil nacimientos en mujeres menores de 19 años, lo que significa un grave problema tanto médico como social.
En el caso de las mujeres indígenas, existen igualmente muy pocas oportunidades para acceder al mercado laboral, dificultades geográficas y económicas singulares para tener acceso a servicios de salud y educación, a programas y servicios sociales, tasas elevadas de analfabetismo, escasa participación en el proceso político y marginación social.
Quienes han sido madres adolescentes tienen un logro educativo menor. Mientras las mujeres que fueron madres en edad adulta tienen mayores niveles de escolaridad, 13.4% tiene estudios profesionales; por contraste, apenas 3.8% de las que tuvieron un embarazo adolescente llegaron a este nivel educativo. En general, las mujeres que fueron madres en la adolescencia perciben un ingreso inferior en 31.6%.
Tal y como se observa, la discriminación hacia la mujer también afecta el ámbito laboral. De aproximadamente 6 millones de mujeres que se encontraban ocupadas en México antes de la crisis sanitaria, 27 de cada 100 percibían ingresos de hasta un salario mínimo. En cambio, sólo 15 de cada 100 hombres se encontraba en la misma condición hasta diciembre de 2019. Dicha brecha se amplifica entre el centro-norte y el sur del país, con 21 de cada 100 y 38 de cada 100 mujeres, respectivamente.
Aunado a lo anterior, 7 de cada 100 mujeres que se encontraban ocupadas no percibía ingresos por su trabajo: ello implica que, antes de la crisis sanitaria, 7.44 millones de mujeres tenían ingresos hasta de un salario mínimo o no percibía ingresos. Los efectos de la pandemia agravaron las condiciones en el ámbito laboral, ya que, al último trimestre de 2020, la participación laboral de la mujer fue de 42.4%, lo que representa un retroceso de 10 años, semejante a la participación en el primer trimestre de 2011.
Durante el tercer trimestre de 2020 dicha participación fue de 39.9%, la tasa más baja de la que se tiene registro. Al cuarto trimestre de 2020, el número de mujeres que no estudiaba, no trabajaba y no buscaba empleo entre los 15 y 59 años fue de 16.6 millones. Las secuelas de la crisis sanitaria extienden sus estragos con mayor fuerza en las mujeres.
Un dato preocupante es que la situación del 93.2% de las 16.6 millones de mujeres que se encuentran fuera de la Población Económicamente Activa y que además no estudiaba a diciembre de 2020 se justifica por razones de género; es decir, más de 15 millones de mujeres se dedicaban a los quehaceres del hogar.
En cuanto se refiere a la impartición de justicia, existe un inminente debilitamiento institucional para la atención a las mujeres. La evidencia se contrasta con las reformas al Código Penal Federal que realizó el Congreso: aunque se extendió la pena por los delitos de feminicidio y abuso sexual, estas reformas se diseñaron con fines punitivos y no preventivos. La impunidad mexicana es de las más altas del mundo y tiene como víctimas tanto a hombres como mujeres; sin embargo, en los delitos que incluyen a estas últimas, la exención del castigo es mayor.
Como reportó Inegi en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, alrededor de 66.1% de las mujeres de 15 años o más han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, lo que equivale a que casi 31 millones de mujeres han sido agredidas de alguna manera. Del total de agresiones contra mujeres, 49% refieren a violencia emocional, 41.3% a violencia sexual, 34% a violencia física y 29% a violencia económica, patrimonial o discriminación en el trabajo.
Por otro lado, de acuerdo con Reinserta, la justicia para hombres y mujeres acusados por delitos graves es diferenciada, en promedio, a los hombres sentenciados por delitos graves se les asignan penas de 17 años de prisión, mientras que el promedio en mujeres es de 23 años, es decir un 35% más alta.
Por si fuera poco, aunque 78% de las mujeres en prisión dicen tener acceso a un abogado, ellas gastan más dinero en su defensa jurídica que los hombres. Ya que gastan en promedio 155 593 pesos, los hombres gastan 100 521 pesos, es decir, 35.4% menos.
Todos ellos son elementos que evidencian que las mujeres enfrentan diversos tipos de discriminación, que van desde los riesgos que atentan contra su vida hasta las formas de procurar su seguridad y la inequidad en la impartición de justicia.
El camino por recorrer en materia de la lucha por los derechos humanos aplicables para las mujeres es muy largo y, aunque construir un mundo igualitario está incluido en los 17 objetivos de Desarrollo Sustentable en la Agenda 2030 de la ONU, muchos gobiernos no han hecho de esta agenda una prioridad que les permita a mujeres y hombres gozar de una sociedad progresiva en todos los ámbitos de la vida.
Nuestra labor como parte del equipo de Equidad de Genero de la FEDESSP Nacional, es implementar, dar a conocer e impulsar los derechos igualitarios para realmente lograr la equidad que tanto anhelamos.
Muchas gracias.